Niveles de gases de efecto invernadero son los más altos en 800.000 años
28.10.2015 20:13
El estudio de los niveles de los gases de efecto invernadero comenzó en Hawai en los años cincuenta del siglo pasado, en cuanto a los datos relativos a antes de esa fecha, se conocen al estudiar las burbujas de aire atrapadas en el hielo de La Antártida y Groenlandia. El efecto invernadero siempre ha existido pero aumenta desde la revolución industrial, con ese incremento se produce en la superficie terrestre una subida de temperatura, que es lenta porque el agua profunda de los océanos tarde mucho en calentar. El monóxido de carbono (CO) no es un gas de efecto invernadero, pero influye en la química del metano, que sí lo es, de forma que si hay más del primero hay algo más del segundo.
El monóxido de carbono y el metano tienen una vida relativamente corta en la atmósfera, pues el primero permanece en ella pocos meses y el segundo unos nueve años, mientras que el dióxido de carbono se mantiene durante cientos de años, el óxido nitroso unos 120 y el hexafluoruro de azufre en torno a 3.200 años. La diferencia entre ambos tipos de gases es importante, pues para los primeros se puede alcanzar un equilibrio entre emisión y destrucción, en cuyo caso la concentración del gas permanecería constante en la atmósfera, mientras que para los segundos la concentración del gas continúa creciendo mientras haya emisiones.
Esto explica por qué las concentraciones medidas en Izaña siempre crecen para dióxido de carbono, óxido nitroso y hexafluoruro de azufre, mientras que la concentración de metano ha tenido periodos de no crecimiento, y la de monóxido de carbono incluso decrece. El impacto de las emisiones de los gases en cierto instante del futuro se cuantifica mediante el Potencial de cambio de la Temperatura Global (GTP), que se basa en el cambio de la Temperatura Superficial Global Media (GMST) provocado por dichas emisiones para horizontes temporales utilizando como referencia el que provoca el dióxido de carbono.
El GTP a un horizonte de diez años para las emisiones presentes de metano es casi igual al provocado por las emisiones de dióxido de carbono, pero es poco más de la mitad para un horizonte de veinte años, y despreciable para un horizonte de cien años, ya que el metano emitido cien años antes casi habrá sido destruido. Sin embargo, el GTP para las emisiones presentes de óxido nitroso permanece constante en esos horizontes temporales, pues su vida media es larga y parecida a la del dióxido de carbono. El crecimiento anual medio de dióxido de carbono de la última década ha sido de 2,1 partículas por millón al año, mientras que el aumento de óxido nitroso ha sido de 0,00089 y el incremento del hexafluoruro de azufre de 0,00000030.
Fuente: EPA